Javier Gámez Arquitecto
Sobre mi
Sobre mí
Javier Gámez
Nací y crecí en Vélez-Málaga, donde me establecí definitivamente una vez conseguí el título de Arquitecto en la Universidad de Sevilla en el año 2.000.
Tras más de veinte años como arquitecto y muchos proyectos realizados, me encuentro en el momento más fructífero de mi carrera, puesto que reúno tanto experiencia como juventud, entusiasmo y ganas de seguir en la brecha, y cada día disfruto más con lo que hago.
A lo largo de estas dos décadas he tenido la suerte de poder integrar un equipo muy eficiente de colaboradores (topógrafo, delineante, calculista, aparejador, ingeniero, abogado, etc) de total confianza y similar o mayor experiencia y profesionalidad que la mía propia.
Más sobre mí
Hacemos la diferencia
Somos un estudio pequeño, y por ello ofrecemos un trato muy personal, cercano y de confianza. Siempre respondemos las llamadas de nuestros clientes.
Para nosotros, ver una casa terminada es una gran satisfacción, porque sentimos que hemos contribuido a la realización del sueño de esa familia.
Por ello, le prestamos mucha importancia a conocer las necesidades reales del cliente, y le acompañamos en el difícil y a menudo tedioso proceso de la obtención de la licencia de obras.
Estamos comprometidos con nuestra profesión, nos esforzamos en proyectar y construir viviendas de tamaño medio, procurando siempre diseñar la casa que se ajuste a las necesidades del cliente, con la mayor agilidad y control del presupuesto.
Pensamos que un proyecto bien pensado siempre ahorra dinero, tiempo y disgustos.
La buena arquitectura no tiene por qué ser cara. Se trata de pensar dos veces antes de dibujar, de buscar, una vez dibujado, qué se puede mejorar en el diseño, y si ello implica dedicarle unas horas extra, lo hacemos encantados en aras a un buen resultado final.
Nos esforzamos por realzar la estética exterior de la vivienda sin incurrir en costosos excesos.
Por ello, diseñamos las fachadas con quiebros, retranqueos y voladizos, que le den cierta “gracia” al exterior de la vivienda.
Siempre que el presupuesto del cliente y la normativa nos lo permiten, jugamos con los materiales de la fachada, incorporando alguna pieza de la misma en un material más vistoso, como revestimiento porcelánico, piedra caliza, madera o aluminio.
Prestamos especial atención a la distribución, composición y tamaño de los huecos en fachada.
Las ventanas y puertas correderas de fachada son elementos costosos, y por ello procuramos ponerlas allá donde conviene más, sin abusar, para no encarecer innecesariamente el costo de la obra ni el consumo energético.
Cuando le empezamos a diseñar su proyecto al cliente , que tiene un presupuesto limitado ( y casi siempre escaso) , realizamos una importante labor de “contención” en sus pretensiones.
Efectivamente, es frecuente que a la hora de dibujar los bocetos, el cliente, movido por la ilusión que le genera el proyecto de su futura vivienda, se “entusiasme” , se “venga arriba”, y nos pida cosas que, sumando unas a otras, pueden llegar a sobrepasar su presupuesto (piscina más grande, sótano más grande, cocina más grande, etc).
En estos casos, nos esforzamos por ir advirtiéndole de que “el papel lo aguanta todo” pero que a la hora de construir, nos habremos pasado del presupuesto del que dispone.
Esta labor, de poner al cliente “los pies en la tierra” es muy importante para no desviarnos del presupuesto. Y al final nos lo agradecen.